La Confederación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (CIJE) es una organización libre, sin ánimo de lucro, una red de líderes originada en noviembre de 1996 y trás la declaración de apoyo de los veintiún jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Bariloche con motivo de la V Cumbre celebrada en Octubre de 1995.

Emocionalidad y liderazgo en las Pymes

La aptitud emocional es importante sobre todo en el liderazgo cuando hablamos de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), considerando que su esencia es lograr que otros ejecuten sus respectivos trabajos con más efectividad teniendo presente que el ámbito de acción es más reducido que la macro empresa.

La ineptitud de los líderes reduce el desempeño de todos, hace que se malgaste el tiempo, crea asperezas, corroe la motivación y la dedicación al trabajo, acumula hostilidad y apatía y finalmente reduce la productividad en término de eficiencia más eficacia. Es posible evaluar la aptitud o ineptitud emocional del líder por el aprovechamiento o derroche que hace la organización de los talentos de que dispone.

Manejar una situación emocional requiere las capacidades necesarias para resolver los problemas de raíz al establecer rápidamente entendimiento y confianza, saber escuchar, ser capaz de persuadir con una recomendación más detallada. En los pequeños grupos de trabajo se necesitan facultades intuitivas más desarrolladas tales como el conocimiento de uno mismo, la posibilidad de ver las cosas con perspectiva y cierto porte, para ser la persona en que todos los presentes van a confiar.

Por otra parte, en un estudio sobre aptitud emocional en el liderazgo emocional, se practicó un estudio análisis con 40 directivos de Pymes. En este trabajo se pudo demostrar que los líderes que más destacaban, del promedio se debía a seis aptitudes emocionales: influencia, liderazgo del equipo, conciencia orgánica, confianza en si mismo, afán de triunfo y liderazgo.

Se supone, que casi todos los administradores de Pymes conocen bien las herramientas analíticas, pero cuando alguien les lleva problemas y temores que afectan al rendimiento, deben saber analizar la situación emocionalmente, ponerse en el lugar del trabajador y no perder la perspectiva global de los problemas de su subordinado con respecto a la empresa. El líder debe estar atento en todo momento, especialmente en épocas de crisis. Debe tener una intuición especialmente despierta para poner todas las herramientas técnicas para resolver, debe ser capaz de generar ideas creativas y ofrecer un camino práctico, aplicable, que minimice la angustia o temores del trabajador, dando confianza, solo a través de escuchar a la otra parte (a veces, este acto, es más importante que los problemas en sí) y convertirse de esta manera la solución en un producto útil para aplicar con otros individuos de la organización.

No basta con tener un título académico, ni dar buenas lecciones a los subalternos, o aportar buenos proyectos (de vez en cuando) porque se está obligado a hacerlo, ni menos hablar por hablar creyendo que esto nos hace importante a quienes nos escuchan, recordemos que a veces el silencio es más elocuente que la palabra y la vanidad nos hace caer en errores respecto de los demás a los cuales descalificamos y creamos una realidad muy subjetiva de nosotros mismos y desconcertamos y hacemos perder la confianza de los que siguen al líder. La capacidad de saberse relacionar, de hacerse escuchar cuando se requiere y de sentirse a gusto con uno mismo, ese es el tipo de facultades que constituyen la diferencia crucial de las personas con sano equilibrio emocional.

En cualquier organización no es suficiente con presentar las actividades de rendimiento anual, o pasar muchas horas en el centro de trabajo ya que se puede tener mucha energía y gustar de la actividad que se practica. Es necesario saber también si es difícil trabajar con usted o si los trabajadores lo sienten  como líder. Por otra parte, con relación a la diplomacia, ¿percibe usted los puntos emotivos de las personas de la organización? ¿Sabe aceptar riesgos creativos y adaptarse? ¿Es combativo al punto de socavar la seguridad ajena o inspira y orienta a los otros? ¿Se orienta hacia la acción y continúa hasta lograr el impacto?

Muchos líderes han llegado a sus puestos pasando por diferentes etapas, trabajando con diferentes personas, en distintos lugares y países con culturas muy diferenciadas, esa adaptación constante permite señalar en propiedad que la mitad de las habilidades que se necesitan para liderar son técnicas, pero la otra mitad es el componente humano que se da en la aplicación de la inteligencia emocional. Es notable reconocer hasta qué punto esta regla diferencia a los líderes de las demás personas.

De los resultados entregados sólo la facultad cognitiva distinguía a los trabajadores estrellas del promedio, el reconocimiento de patrones, esa visión del “panorama amplio” que permite a los líderes captar tendencias significativas del torrente de información que los rodea y proyectarse estratégicamente hacia el futuro; pero salvo esta excepción, la superioridad intelectual o técnica no desempañaba papel alguno para triunfar como líder. En los planes ejecutivos más altos, todo el mundo necesitaba habilidades  cognitivas, hasta cierto punto, pero una mejor puntuación en ellas no convierte a nadie en líder estelar.

Las aptitudes emocionales marcan la diferencia crucial entre los líderes mediocres y los mejores. Los talentosos se destacan significadamente en una variedad de aptitudes emocionales, entre ellas, la influencia, el liderazgo de equipo, la solidaridad, la conciencia política, la confianza en uno mismo y el afán de triunfo sin dañar a nadie. En promedio, cerca del 90% del liderazgo triunfal se puede atribuir a la aplicación de la inteligencia emocional.

En resumen podemos señalar que para un desempeño estelar en todos los trabajos y en todas las especialidades, la aptitud emocional es dos veces más importante que las facultades puramente racionales y cognitivas.

El autor es el Dr. Eduardo Soto Pineda, profesor emérito del ITESM de México y profesor adscrito internacional a ESADE de España.

 

Artículo de América Economía

http://www.americaeconomia.com/295932-Emocionalidad-y-liderazgo-en-las-Pymes.note.aspx#